20/03/2018

Tendencias 2018. El inevitable salto de la PYME a ‘la nube’

En un entorno empresarial cada día más rápido y global, los clientes exigen que los negocios permanezcan activos y en funcionamiento en todo momento, y para ello no hay otro camino que dar el salto al Cloud Computing, un modelo tecnológico que permite acceder a un conjunto de recursos informáticos de forma ubicua, personalizada y bajo demanda a través de Internet.

Gracias a la nube, es posible disponer de acceso a la información de toda la empresa desde cualquier lugar y cualquier dispositivo, fijo o móvil. Además, las herramientas colaborativas posibilitan el organizar reuniones virtuales a distancia, compartiendo escritorios, evitando así desplazamientos innecesarios, lo que facilita una gestión mucho más eficiente del negocio.

Cloud Computing es asimismo un gran democratizador de la tecnología que facilita a todos aquellos que quieran distribuir servicios de comunicaciones en la nube puedan hacerlo de manera sencilla.

Una de las aplicaciones más comunes que podemos tener en la nube es la Centralita Virtual, una solución de comunicación corporativa avanzada con la funcionalidad de poder realizar y recibir llamadas de voz a cualquier destino (fijo o móvil), además de numerosos servicios, sin necesidad de realizar costosas instalaciones. Integrar todas las sedes y trabajadores remotos en una única red de voz con facilidades como planes privados de numeración, llamadas gratuitas para las comunicaciones corporativas o desvíos, posibilidad de utilizar softphones, son solo algunas de entre las 51 principales funcionalidades de este servicio. También garantiza la actualización del software de manera inmediata y transparente.

Igualmente, la nube permite tener un Centro de Contacto como servicio que facilita el liberar recursos, mejorar la calidad del servicio y trabajar de forma más inteligente.

En el pasado, estas soluciones estaban reservadas a gente con altos conocimientos y un músculo financiero importante, pero la nube ha sido capaz de democratizar el acceso a una tecnología que permite a pequeñas y medianas empresas lograr la productividad de las grandes compañías, con una inversión adecuada a su capacidad económica.

Una de los principales beneficios del cloud es la flexibilidad, es decir, la posibilidad de dimensionar el servicio en función de las necesidades de la compañía. Si la empresa crece en número de empleados, se amplía el número de extensiones, y si disminuye, se reduce. Además, los servicios de comunicaciones en la nube deben permitir adaptar al máximo la factura al consumo real de la organización.

Además de la facilidad de uso y mejora de la productividad que ofrece el tener la información de negocio disponible en cualquier momento, la nube ofrece medidas de seguridad propias y de recuperación de datos que serían costosas de adoptar con un servidor local en la propia empresa.

No obstante, no hay que olvidar que las comunicaciones en la nube necesitan un cierto ancho de banda para garantizar la calidad. En este sentido, lo aconsejable es contratar un proveedor de servicios que ofrezca un servicio integral de comunicaciones que incluya, al menos, la centralita virtual y el acceso a Internet, y que sea el encargado de gestionar las comunicaciones y de garantizar la calidad de la voz y de la navegación.